El té con Adriana

Luego de tantos besos de arte, un mimo para mi querida amiga Adriana.
Ella y yo. Y Camelia.
Estas tardes de Invierno juntamos ánimos y salimos a pasear.
Pocas vueltas y nos refugiamos por el frío casi polar a tomar un exquisito té.
Camelia es un pequeño y encantador lugar con sabrosas variantes de dulces y panecillos recién horneados, todo con sabores clásicos y caseros.
Las dos somos entusiastas de la cocina y de la decoración, por lo que resultó que varias tazas de té caliente acompañaron nuestra amena charla, sin dejar de lado todo lo que sucedía a nuestro entorno de esta cocina pastelera.
Un sitio tan agradable como cálido que envolvió aún más nuestro afecto de tantos años.
Nos apuntamos para otra vuelta y probar otras delicias.
Una tarde única y un encuentro de amigas que siempre disfrutamos, y que son de aquellos momentos que quiero recordar.