Otra Venecia

Siempre me interesó el tema de la memoria, de los recuerdos.
De no perderla, de recuperarla, de cuidarla, de legarla.
Mucho he olvidado sobre momentos o cosas por mi dispersión, inquietud, atropello o distracción, y quizás por el desborde propio de la juventud.
Hoy, con otros años, veo los recuerdos mejor y tengo la tranquilidad y el placer de disfrutarlos...
Venecia siempre será para mí sinónimo de amor y de música.
Un lugar único por sus aguas y "Palazzos" inolvidablemente bellos.
Venecia toda es un delicado encaje.
Venecia tiene el azul único y profundo del Adríatico.
Aquél fue un momento inolvidable y lo tenía guardado.
Y lo recordé por unirse a otro de mis amores, el cine.
Estuve en Venecia ya hace mucho tiempo atrás. Unos días sola para caminar sus plazas, y respirar su silencio, su secretos.
Mi primer día y estando allí, quise averiguar el horario de su biblioteca. Y allí mismo, me encontré con una acertada invitación para más tarde a un pequeño concierto de violín y piano.
Quedó fijada la hora, y al volver allí, me esperaba "mi silla" con mi nombre bien escrito a invitarme a disfrutar de la música.
Sólo me pellizqué varias veces para saber que no era un sueño.
Fue un momento mágico!
No me gusta volver para atrás para quedarme envuelta o atrapada en cosas viejas.
Sí para rescatar lo mejor de mis vivencias y plasmarla aquí.
Un reciclado de amores, de momentos y cosas que son valoradas en éste, mi tiempo.
Ver esta película es volver a sentir el amor desde otro lugar, con la mirada plena de experiencias sin dejar de dejar de sorprendernos nuevamente.
Ver sintiendo el arte.
Amar la belleza.
Aquí.