Síndrome de Stendhal




Sentí un ahogo, palpitaciones y confusión. Frente a tanta belleza y ante esa oportunidad única de estar frente a la esperada y ansiada obra de arte.
Mucha emoción contenida y en el mas íntimo e irrepetible momento.
Existe la sobredosis de belleza. Es el síndrome de Stendhal.
Se pasa el sudor y queda una calma de placer. El placer de sentir.
El sentido de lo universal, de lo inmortal, de una pintura, de una escultura........
Fue hace mucho tiempo atrás y no olvidaré esta sensación.
Fue en la Academia de Bellas Artes de la ciudad de Florencia, Italia.
Allí tuve la oportunidad de visitar los talleres de arte junto a un maestro de arte florentino que intercambiamos notas de color y de pasiones artísticas.
Una de ellas, son los conmovedores esclavos de Miguel Angel Buonarrotti y su Bello David.
Los esclavos son obras "non finito", bellas y atrapadas en su movimiento.Tienen vida interior.
Yo quedé esclava de su belleza. Sin palabras.

Comentarios

  1. ¡Menuda suerte! visitar en Florencia los talleres de la Escuela de Bellas Artes y en compañía de uno de sus maestros, si además me hablas de Miguel Ángel, pues... te entiendo perfectamente.

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